Los cáncer de hígado, páncreas y endometrio son los tumores que están más relacionados con la obesidad y diabetes tipo 2
El cáncer de hígado, el de páncreas y el de endometrio son los
tumores que muestran una conexión más íntima con la obesidad y la
diabetes tipo II, según han opinado diversos especialistas durante la
VIII Reunión Internacional sobre Investigación Traslacional y Medicina
Personalizada, organizada por la Fundación Jiménez Díaz en colaboración
con el Instituto Roche y Lilly.
Y es que, la diabetes y el cáncer comparten gran parte de los
primordiales factores de peligro modificables involucrados en su
progreso y en sus enredaciones, como la obesidad, el sedentarismo y el
hábito tabáquico, y tienen así mismo idénticas rutas biológicas, como la
resistencia a la insulina y
la inflamación crónica.
“La presencia de obesidad/diabetes tipo II puede causar o favorecer
el progreso de un tumor”, según ha declarado la doctora de la Unidad de
Epidemiología del Cáncer del Centro Nacional de Epidemiología (ISCIII),
Marina Pollán, quien ha reseñado que “ser obeso y/o diabético es un
factor de mal pronóstico del cáncer”.
De hecho, trabajos tradicionals ya apuntaban que el exceso de ingesta
de comida, enormemente superior a las necesidades fisiológicas, se
erige en un factor de peligro de primer orden para sufrir verdaderos
estilos de tumores. Ahora, estos hallazgos clínicos han podido ser
asegurados, de forma que se insiste en que la obesidad (estrechamente
ligada a la diabetes tipo 2) es la “principal causa evitable” de cáncer
en no fumadores.
Y es que, según han evidenciado los especialistas, estas enfermedades
“no solamente” comparten factores de peligro frecuentes, sino que así
mismo se han identificado asociaciones biológicas entre estas. Al mismo
tiempo, dado que la obesidad es el primordial factor de peligro de la
diabetes mellitus tipo 2, muchas de las asociaciones halladas entre el
sobrepeso y el cáncer se reproducen en el caso de la diabetes.
Además, a los pacientes con cáncer les va peor si tenían
anticipadamente ya el diagnóstico de diabetes. “Ser diabético es un
factor de mal pronóstico para el cáncer”, ha sostienedo Pollán.
TRATAMIENTOS ANTIDIABÉTICOS
Por otra parte, los especialistas han asegurado que los tratamientos
antidiabéticos tienen una cierta incidencia en el peligro de cáncer. En
este sentido, han opinado que verdaderos análogos de la insulina pueden
elevar la incidencia de tumores, y han subrayado que antidiabéticos
orales tradicionals, como la metformina, pueden ejercer un moderado
efecto protector frente al cáncer.
“La solución a esta nefasta vinculación entre diabetes/obesidad y
cáncer pasa, sobre todo, por adoptar acciones preventivas frecuentes, o
sea, por comer poco y hacer más ejercicio. Pero así mismo se necesitan
últimos tratamientos para hacer frente a la epidemia de diabetes y
obesidad”, ha subrayado Pollán.
Por su parte, el jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión del
Instituto de Investigación Sanitaria-Fundación Jiménez Diaz, Jesús
Egido, ha asegurado que actualmente los pacientes diabéticos están
“mejor tratados que ninguna vez”, los galenos generales están “muy bien”
formados para controlar la glucemia, la hipertensión o la dislipemia y,
al mismo tiempo, la innovación en fármacos para el control general de
la diabetes es cada día “mayor”.
Sin embargo, Pese de estos adelantos, este especialista ha aceptado
que el número de diabéticos aumenta de manera trascendencial, sobre todo
debido al tremendo incremento del sobrepeso y de la obesidad. Así, ante
este reto, y al mismo tiempo de insistir en la implementación de las
prestigiadas acciones de hábitos de vida saludable, la primordial
aguardanza pasa por el uso de recientes y prometedoras tácticas
terapéuticas.
“La diabetes tipo 2 asociada a sobrepeso y obesidad es una enfermedad
enormemente prevalente, aunque heterogénea y que exige rumbos
específicos en los que la diana terapéutica no sea exclusivamente el
control metabólico sino la disminución de la grasa proinflamatoria
(fundamentalmente la visceral)”, ha opinado la doctora del Servicio de
Endocrinología y Nutrición del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), Clotilde
Vázquez.
UN NUEVO ENFOQUE EN DIABETES/OBESIDAD: LAS INCRETINAS
En esta reciente concepción encajan los recordados análogos de las
incretinas, un grupo de fármacos aptos de producir el efecto de las
incretinas naturales (GLP-1 y GIP, hormonas del tracto
gastrointestinal), o sea, estimulan la producción de insulina y la
supresión del glucagón ante la arribada de comida al aparato digestivo,
induciendo así mismo otros efectos provechosos sistémicos a medio y
largo termino y sobre el Sistema Nervioso Central (fundamentalmente en
conexión a la saciedad).
Todo esto, según ha opinado Vázquez, obtiene un “mejor control” de la
glucemia postprandial, restaura el pico precoz de insulina postprandial
y corrige la hiperglucagonemia tan frecuente en la diabetes tipo 2. De
todas maneras, su componente de acción es enteramente último y (salvo el
caso de la metformina) demasiado más fisiológico que otros fármacos.
“Cualquier procedimiento terapéutico que incremente la insulinemia o
contribuya a lograr peso en un paciente diabético tipo 2 obeso (y, por
lo tanto, insulinorresistente) puede optimizar a corto termino la
glucemia, aunque agrava o por lo poco no combate la insulinorresistencia
que está en la base de la enfermedad”, ha argumentado, tras subrayar
que “las incretinas, al restaurar la fisiología pancreática postingesta y
lograr pérdidas de peso, están contribuyendo a atenuar la
insulinorresistencia.
No hay comentarios
Gracias por tu comentario